domingo, 31 de marzo de 2013

Ignorancia e insultos

La ignorancia se mide en la cantidad de insultos que usan cuando no tienen argumentos para defenderse.

miércoles, 20 de marzo de 2013

viernes, 15 de marzo de 2013

Los ricos no son felices



Los ricos no son felices. Desde el día en que nacen hasta el día en que mueren creen que son felices.

jueves, 14 de marzo de 2013

martes, 12 de marzo de 2013

Destierra la cobardía



No destierres al miedo, es inútil.
Destierra la cobardía.
Los héroes tienen miedo pero combaten.

lunes, 11 de marzo de 2013

domingo, 10 de marzo de 2013

sábado, 9 de marzo de 2013

El mar




Si los océanos de nuestra Tierra murieran —esto es, si, de algún modo, la vida de pronto desapareciera—, sería la más formidable, pero también la más definitiva, de las catástrofes en la historia atormentada del hombre y de los demás animales que con él comparten este planeta.

Hacinados en las alturas, hambrientos, sometidos a violentas tempestades y extrañas epidemias, rotos todos los lazos familiares y sociales, los supervivientes empezarían a sufrir la falta de oxígeno debida a la desaparición de las algas del plancton y a la reducción de la vegetación terrestre. Confinados en la estrecha franja de tierra que separaría a los mares muertos de las pendientes montañosas estériles, la especie humana experimentaría una intolerable agonía. Tal vez treinta o cincuenta años después de la muerte de los océanos, el último hombre del planeta, en el que la vida orgánica se limitaría a las bacterias y algunos insectos necrófagos, exhalaría su último suspiro.


Sin vida en los mares, el contenido de la atmósfera en gas carbónico comenzaría a aumentar inexorablemente. Superada una cierta proporción de CO2, el efecto llamado ‘de invernadero’ entraría en juego: el calor, irradiado por la Tierra hacia el espacio, mantenido bajo la estratosfera, originaría una brusca elevación de la temperatura del globo al nivel del mar. Los casquetes polares se fundirían en ambos polos, mientras que el nivel de los océanos subiría unos treinta metros en pocos años. Todas las ciudades se inundarían. Para evitar ahogarse, una tercera parte de la humanidad se vería obligada a refugiarse en colinas y montañas, incapaces de acogerla y proveer a su subsistencia.

viernes, 1 de marzo de 2013

Liderazgo



Un líder no te dice lo que tienes que hacer, te muestra como se hace.

El espacio, la ultima frontera.



El espacio, la ultima frontera.
Estos son los viajes de la nave estelar Enterprise.
Su misión: explorar nuevos y extraños mundos, buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones, llegar con audacia a donde ningún otro hombre ha llegado jamás.