Los espartanos no
preguntaban cuantos eran los enemigos, sino donde estaban.
A mi que no soy un
valiente espartano dispuesto a dar la vida en el combate, también me gustaría saber dónde están los enemigos. Porque las flechas envenenadas llegan por todas
partes pero es difícil saber quien las envía.
En apariencia todo el
mundo es amigo.
Los bancos están ahí
para hacer realidad nuestros sueños.
Los ejércitos y los
cuerpos de seguridad están para velar nuestra seguridad.
Los comercios para
anunciarnos que ya es verano o primavera.
Hasta los políticos dicen que se preocupan por el bien común.
¿Dónde coño esta el
enemigo entonces? porque haberlos, haylo y bien que nos joden.
Son los amigos de la humanidad, que se convierten en enemigos cuando aparecen los problemas...por ello pasan tan desapercibidos y cuando aparecen, sorprenden a todos.
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