Tuvimos que comenzar
a caminar erguidos.
Tuvimos que dejar de gruñir y aprender a pronunciar las
primeras palabras.
Tuvimos que descubrir el fuego, inventar la rueda y pintar
bisontes en las paredes de las cavernas.
Tuvimos que aprender
a cultivar la tierra y a fundir los metales.
Tuvimos que oír la
voz de algún dios terrible detrás del estruendo de una tormenta y mirar una
noche el estrellado cielo y hacernos las primeras preguntas.
Tuvimos que construir
cosas, casas, ciudades.
Tuvimos que descubrir
la música y la poesía.
Tuvimos que presentir
que había algo más que la simple necesidad, que la simple atracción de los
cuerpos.
Tuvimos que descubrir el amor y la amistad, la justicia y la belleza.
Tuvimos que construir
y destruir, sembrar y arrasar.
Tuvimos que inventar
la imprenta y las revoluciones.
Tuvimos que cansarnos
de arrastrar las cadenas y gritar ¡Libertad, igualdad y fraternidad!
Tuvimos que descubrir
la electricidad.
Tuvimos que inventar
la democracia, la radio, la televisión, algunos la guillotina.
Tuvimos que hacer
todo eso para que tú y yo podamos estar juntos.
¿Y ahora qué?
Yo no entro por el
oído, sino por el corazón.
Mis palabras no se
pierden entre las nubes. Se encuentran con tus sentimientos.
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