jueves, 27 de septiembre de 2012

Vamos a morir



Vamos a morir. Y eso nos convierte en afortunados.

La mayoría de la gente no va a morir nunca porque no va a nacer nunca.

La gente que potencialmente podría haber estado aquí en mi lugar, pero que de hecho nunca verá la luz del día, supera con creces el número de granos de arena del Sahara.

Sin duda, entre esos espíritus no nacidos hay poetas más grandes que Keats, científicos más grandes que Newton.

Sabemos esto porque el conjunto de personas que permite nuestro ADN supera masivamente el conjunto de personas que existen.

A pesar de esta abrumadora pequeña posibilidad, somos tú y yo en nuestra normalidad los que estamos aquí.

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