domingo, 24 de junio de 2012

La sanjuanada


Ya llegó la Sanjuanada
ojalá que no llegara,
se han marchado mis amores
a segar a la ribera.
No, no volverán ya más
a estos páramos yertos.
No, no volverán ya más
a estos desiertos.

Se irán por viejos caminos
igual que se marcha el viento,
irán sin norte ni rumbo
como galeones muertos.
No, no volverán ya más
a estos páramos yertos.
No, no volverán ya más
a estos desiertos.

Y las piedras del camino
irán creciendo y creciendo
haciendo roca las casas,
las tumbas y el cementerio
y lo ojos de aquel viejo
que esperaba con el cierzo
verlos venir al otoño
y abrazarlos al regreso.
No, no volverán ya más
a estos páramos yertos.
No, no volverán ya más
a estos desiertos.
Se han marchado mis amores
a segar a la ribera.
No, no volverán ya más
a estos páramos yertos.
No, no volverán ya más
a estos desiertos.

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